Nuestro Ego: en qué nos ayuda y en qué nos perjudica.

¿Qué es el Ego exactamente?

¡Muy buenas a todxs! ¿Qué os ha parecido el tema de los caballos? Esta semana traigo un tema bastante interesante e importante. Entender bien nuestro ego es crucial para un crecimiento espiritual ya que el Ego no sólo se ciñe al “creerse mejor que los demás.” Esta parte del ego realmente es la más insignificante y fácil de eliminar. Hay otras partes del Ego mucho más importantes en las que centrarse y a las que prestar atención.

Hoy en día podemos encontrar miles de respuestas a esta pregunta, pero yo voy a contestarla basándome en mi experiencia y en la de la gente que he tenido el placer de ayudar a lo largo de los años.

El ego está incluido en la vida de todos los humanos.

En el fondo, el ego es un mecanismo de defensa. Vivimos en un mundo donde la competencia es máxima, donde el pez grande se come al pequeño, etc. Esto no es diferente para los animales con los que compartimos este planeta: ellos deben de luchar aún más por su supervivencia. Nuestro ego está conectado a nuestro instinto más primitivo, de “reacción de lucha o huida”, conectado con el plexo solar. Nuestro ego sólo se centra en crear una vida lo más óptima, cómoda y tranquila posible. Es por este motivo que la sociedad cada vez está más robotizada. La sociedad hoy en día nos pone las cosas cada vez más fáciles (siempre y cuando se tengan recursos) y nuestro ego agradece mucho todo ese confort.

Nuestro ego nos ayudará a decidir qué acción tomar durante un momento difícil, y esta decisión, generalmente será la mejor para nuestra seguridad física y para nuestro mayor confort. Durante nuestro desarrollo en la infancia empezamos a desarrollarlo y cuando llegamos a la pubertad, nuestro ego se empieza a transformar para enfrentarse a la vida de adulto. Es aquí donde muchos de nuestros traumas causados durante nuestra infancia o por nuestros padres/madres también nos pueden afectar.

¿Y qué tiene esto de malo?

Nuestra meta como seres humanos es crecer espiritualmente, ganar experiencias en la vida y fortalecer nuestra alma con experiencias. Si todo está en orden, el ego “estará feliz“. Sin embargo, cuando hay algún reto en la vida, el ego nos puede dar consejos que sólo nos perjudican. La falta de progreso personal, profesional y espiritual puede ser una realidad si sólo escuchamos al ego.

La razón de esto es porque el ego intentará de todas las maneras posibles que todo siga igual. Digamos que tenéis un trabajo donde más o menos ganáis bien y todo funciona bien. Un buen día, os llega una oferta para una posición mejor que la actual en otra empresa donde el sueldo será mucho mayor. Os dais cuenta de que esta oferta es algo que lleváis años esperando, pero os invade el miedo. Empezáis a dudar si realmente sois capaces de aceptar ese puesto de trabajo y empezáis incluso a sentiros incómodxs y pensáis que el trabajo de ahora está bien…

¿Es esto posible?

Sí, y además es una situación bastante frecuente. Esto es, amigxs míxs, el ego. Sólo es capaz de ver que todo está en orden y que no os falta de nada, por lo tanto, ¿para qué cambiar? Al ego no le importa vuestro éxito ni desarrollo, sino que las cosas estén “equilibradas y fáciles”.

Este mismo problema lo encontramos (pero aún mayor) cuando pretendemos seguir un desarrollo espiritual. El ego está directamente conectado al plano físico, y es lo único que entiende. Como vuestro ego sólo se centra en vuestra seguridad y bienestar, todo lo que lo pueda cambiar, lo considera un peligro o una amenaza. Nuestro ego no entiende nuestra meta de crecer en la vida, sólo entiende que estamos irrumpiendo nuestra seguridad y balance.

¿Cómo nos afecta esto?

Los miedos y las dudas sobre unx mismx, son el principal bloqueo de nuestro progreso espiritual, y nuestro ego nos recordará constantemente lo bien que estamos ahora y que no hace falta complicarse la vida tomando un camino más difícil. Como bien sabéis, el que decide tomar el camino del progreso (ya sea profesional, espiritual o personal), va a tener retos adicionales. Es importante que entendáis que, si tenéis algún reto en vuestro camino, significa que lo podéis superar.

Si algo os tiene que quedar claro con esta entrada de hoy es que no os podéis dejar engañar por el miedo de vuestro ego. No es muy difícil dominarlo, pero es importante tener una buena fuerza de voluntad y autoestima. Esto, con el paso del tiempo y el desarrollo personal, será cada vez más fácil.

Realmente, este asunto no tiene ningún secreto. Es importante que sepáis lo que queréis hacer, y que lo hagáis. Si tenéis que salir de vuestra zona de confort, hacerlo. ¡La magia está fuera de la zona de confort! Cuando empecéis a “desobedecer” a vuestro ego y encontréis el desarrollo personal, será cada vez más fácil. No podemos eliminar a nuestro ego, pero podemos “bajarle el volumen”. No estamos solxs en nuestra batalla, ya que el Ser Superior es nuestro aliado contra el ego.

Como en todo, hay que encontrar un balance.

Es importante escuchar al ego si hay un peligro inminente o si hay algo que nos va a perjudicar gravemente, pero esto deberá de basarse en nuestro juicio. Aunque el ego dé muchas señales de peligro que no son correctas, no hay que olvidar que es uno de nuestros mecanismos de protección y tampoco queremos eliminarlo.

Es muy importante conocerse a unx mismx y tener una fuerte conexión con nuestra propia mente. Tengo una entrada que habla de cómo auto conocerse y sacar lo mejor de nuestra vida.

¡Y hasta aquí hemos llegado! La semana que viene voy a compartir unos consejillos para la vida cotidiana. Pequeños cambios que, si se llevan a cabo, os pueden mejorar la vida drásticamente! Al final, tenemos unas actualizaciones. ¡Nos vemos en una semana! ¡Espero que paséis una semana genial! Estaré de vuelta la semana que viene.

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Rev. Fernando Albert